Colecciones
Provenza Salvaje
Provenza Salvaje es una mezcla de colores y formas que evocan malezas, lavandas, laureles, espigas y pequeños frutos. Son piezas que respiran campos abiertos y una naturaleza espontánea, delicada y vibrante.
En Câpâ, creamos nuestra propia botánica: una que no pertenece a un lugar geográfico exacto, sino que surge de la imaginación. Tal vez tiene un poco del trópico y un poco de la Provenza; tal vez es sutil, tal vez salvaje.
Pero siempre es colorida, libre y profundamente viva.
Cada pieza de esta colección es creada una a una, observando las plantas y nuestro entorno. Se modela primero en cera, se funde en metal y luego se baña y se pinta cuidadosamente, también una a una.
Un proceso lento, artesanal.
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Pequeñas Miradas
Como buenas mamás, en CÂPÂ estamos interesadas en explorar el mundo de los pequeños. Ellos, con su ingenuidad, miran y descubren el universo a su alcance. Sus miradas están llenas de color, de alegría y de un mundo entero por recorrer.
Por eso, junto a nuestros hijos, creamos una cápsula de collares que, con la estética de CÂPÂ imperfecta, natural y espontánea, dio vida a un arcoíris, una carita feliz, un helado, un corazón y una margarita.
En cada pieza habita la magia de lo cotidiano: la sonrisa inocente reflejada en una carita feliz, la ternura de un abrazo en un corazón, el disfrute de una tarde con helado, y el asombro por la vida en un arcoíris y en una margarita.
Finalmente, los cristales multicolores se entrelazan en estas joyas para recordarnos que la vida, como los niños, siempre se llena de alegría.
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Clásicos CÂPÂ
Sol Tropical
Jugosa y fresca: así es esta cápsula de verano. Frutos que evocan la dulzura del sol se transforman en piezas hechas en vidrio soplado, ensambladas con piedras y colores que celebran la alegría tropical.
Sol Tropical es una invitación a saborear la vida, a llevar el verano sobre la piel. Cada detalle ha sido creado a mano, con la atención y el cariño que nos inspiran los días de sol.
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Plegados
Plegados es una serie de anillos escultóricos hechos en plata, inspirados en los procesos naturales que dan forma al paisaje: capas que se doblan, materiales que ceden, surcos que aparecen con el paso del tiempo.
Cada pieza toma como referencia los pliegues de la tierra, sus hendiduras, relieves y texturas. Son formas que surgen del estudio del movimiento, la presión y la transformación lenta de la materia.
La plata, trabajada de forma manual, permite registrar estos gestos: pequeñas ondulaciones, torsiones y líneas que recuerdan los procesos geológicos.
No son joyas simétricas ni contenidas. Son piezas que, como el terreno, se expanden, se adaptan y se transforman. Cada uno lleva consigo una historia de pliegues y capas que habla del tiempo, del origen y del cambio.
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